#EOBS Taller de #Creatividad


Liderazgo, cuando puedes decidir. 

Lideras tu futuro cuando caminas en dirección de la Escuela, das un paso adelante, otro y respiras un ambiente de superación, eso forja la esencia en la mejora continua, las ganas de mejorar aún y cuando los resultados de hoy son mejores que los de ayer. 

Lideras en una dirección, la que conduce al logro. Tras hablar con Jaime (Director EOBS) subimos a la planta superior en uno de los tres magníficos edificios situados en las instalaciones de EOBS Madrid en la lujosa zona de Pozuelo. Pozuelo es lujo no solo por ser distinto, también por ser la residencia de la Escuela de Negocios, respiras naturaleza, elegancia y cierta diferencia, diferencia con todo lo demás, estamos en un lugar diferente.


En EOBS sucederá aun mucho más de lo que todos creen

Cuan difícil es describir un lugar donde todo está cuidado al detalle sin utilizar la palabra Excelencia, entiendes el porqué de sus características, la mentalidad de la Marca EOBS que otorga exclusividad a sus alumnos quienes llegan de distintas partes del Mundo, todos con el objetivo de ser los mejores con un arma tan poderosa como la de un MBA, el mejor MBA. 

Describir un MBA… ¿como lo hacemos? suena bien verlo como un avance de quien serás, si, me gusta esa idea. 

Trazando el camino de quien vas a ser, seleccionas el MBA, te encuentras conmigo, en un aula espectacular (creo que en 2015 no iré a Silicon Valley, pero importa esto es mejor) y empezamos a hablar de Creatividad. Ese martes compartimos clase con Anna (Ingeniero Urbanístico en Colombia) y Víctor (Ingeniero Telecos en México DF) sus capacidades son altas, en el desarrollo de la clase y empleando las habilidades con las que cada uno de ellos destaca, conectamos distintos Mercados dentro del ámbito que la Creatividad nos permite (que es cualquiera) y surgen ideas con las que los dos alumnos conectan, destacan, hacen crecer su propia empleabilidad nutriéndose de un ambiente Creativo. 

Estar en el Aula de EOBS es sentir crecer tu fuerza a base de confianza 


Como quien se queda sin agua a 2 km de la meta en una carrera de ultrafondo, percibimos la sensación de más, ya que la Creatividad es muy útil, te permite hacer muchas cosas. Que nadie nos pregunte un “¿por que?” eso sucedió, son mentes hambrientas, imposibles de saciar con la simplicidad del “ya está todo hecho”. A base de ideas, habiendo acordado con Jaime el descenso a la cafetería, continuamos nuestro briefing en las instalaciones de Pozuelo entre cafés, bellas vistas y buenas ideas (ya os he dicho que Silicon Valley es Silicon Valley pero aquí está EOBS). Los dos alumnos aportaron Creatividad en un ejercicio complejo ¿como apoyar a un compañero en un Mercado distinto? Surgieron propuestas, y los dos vieron que esa era la fórmula por apostar, y esa apuesta su Futuro. 

Liderar es posible cuando compites por ser el Mejor, venzas o no en esa carrera dispones de un logro aún mayor que ser el primero en llegar a la meta (me encanta correr, pero aún a mis 32 años no he competido oficialmente en ninguna maratón) que es en superar tus objetivos en el día a día, esa si es una carrera de fondo. 

Así que tras los cafés, volviendo a la pizarra, pantalla plana, sillas cómodas y ambiente de superación asaltamos como buenos piratas el último barco de esta clase (los tienes todos aquí por si os gusta navegar) y nos hicimos la siguiente pregunta;

¿Como marcar la diferencia? 

Encontramos el vínculo de Pep Guardiola con Messi, el de Steve Jobs con iPhone porque cuando no tienes la joya en tus manos, dispones de una opción aún mejor, CREARLA. 

Liderar es constituirse el mensaje que en 2005 Steve regaló al Mundo desde Stanford;

“Seguid Locos, Seguid Hambrientos” 


Está ha sido una clase en EOBS, está a tu alcance participar, SER, formar parte de todas las que quedan por delante, por delante del resto pues aquí no eres uno más, eres quien siempre has querido ¿te apuntas

Estamos en contacto!

El Blog de Mejora Continua, para tu MARCA, para tu EMPRESA


Creemos en la mejora que nace del día a día. 
En asumir retos que sumen, sin restar.  Donde la importancia es provocar que te Compren.
Cualquier MARCA debe innovar desde la pasión y la certeza por jugar entre los mejores. 
No existe sentido a competir haciendo siempre lo mismo, pensando durante toda tu carrera de la misma forma, debes aceptar el RETO de ser MEJOR y hacerlo desde tu EMPRESA.

Tu marca tiene ahora la oportunidad de ser quien ha de ser.
Tu empresa conocerá como crear una Mejora Continua a corto plazo desde el eslabón más bajo hasta el más alto, tú.

Bienvenido a un Blog donde descubrirás lo que quieres, lo que necesitas para dar un paso firme y decidido, hacia la victoria.

Saber que debes hacer en tu MERCADO es tan importante como saber que NO debes hacer en él. Evitar derroches, descubrir puntos tan fuertes como la CREATIVIDAD en tus propios empleados, saber dejar fuera de la convocatoria a los derroches para no perder la liga. Y alcanzar un nivel tan alto que solo debas competir en CHAMPIONS. 

 El momento ha llegado, el de lograrlo todo, sin final. Bienvenido

Cada lunes aquí en www.albertobusquets.com/blog
Alberto 

libertad provisional


Muérdete, muérdete ahora mismo, no es una orden es un placer que te debes. Hazlo. Mientras, yo te miro en el borde descendido en alto sin vender mas que duchas, no bañeras, duchas. Te muerdes, empiezas por el labio inferior, dos que se sentaban detrás tuyo mueren devorados a si mismos. Silencio. Vuelves a morderte...

…sigue subiendo el mordisco a caballo mientras veloz atiendo tus gestos, voy a caballo, solo así puedo, solo así quiero, en entusiasmos decidido por creer la voz que desde tu y yo haces que muerdes, me ordenas un placer te responde que vuelvas a morderte, yo no puedo, voy a caballo, tú eres un cisne hija de unicornio. Lates en lo mas profundo de esas atadas, atadas en el diente mientras sangra, tocas con tu índice eso que color rojo desciende entre tu labio y los mios. Abrasamos las parrillas que dan eso mas que vale, muerdes, vuelves a morderte en el placer de reconocerme que...

…hambrienta te recortas al borde de la ciudad, llegando en este caballo incómodo de sentidos, le digo que se acompleje al que rocía y balbucea algo que no es de caballo, es de caballero. En cada palabra que representa el haberte mordido te leo de forma provisional, cerca de eso que unos entienden por rutina y yo, le llamo prisión. 

Pones Jarabe de Palo mientras cierras Cincuenta nombras al que te dijo eso de libertad, pero yo te pedí que trajeras provisiones. Porque esto no era para siempre, era como la libertad desde el primer “si quiero” era provisional, se olvidaron las tareas, se olvidaron los mordiscos, se olvidaron las promesas. Mientras el olor escala por nuestras pares y dedos, te animas, sonríes. Me dices que no volverá a pasar, que no esta bien… ¡ESTA DE PUTA MADRE!

Nos reímos pero no dejamos que nos venza el entusiasmo, a nosotros no nos vence nadie. 

Sin capas, pero con mayas, azules, rojas y con antifaz, nos quitamos el provisto de lo nunca antes mirado. “Son mayas?” me preguntas por lo rojo, pero en realidad te contesto que “No, no son mayas, son números” tejidos en lo abstracto por haber luchado en lo vencido, haber sido concebidos en la suerte de ser y querer más que un ascensor de paraísos, de escalones, de placeres, de sonidos y sonetos, de techos, de trazados, de lineas marcadas… 

…porque si para algo están las líneas es para pintar por fuera de ellas. Trazo de virginidad, virgen varía de opinión, de hecho, de futuros, pero de pasado ya no se puede… por eso… que se lo queden ellos. 

Aquí solo vale construir libertad, morder el placer y la provisional para ellos que lo nuestro, lo de vencer es para siempre. 

Siempre que quieras. 

Las noches dan miedo


Traspasa la mirada cerrada en el ojo del despojo. Llueve. En tu cuerpo de espantapájaros, colocas una manzana sobre el cabello estropeado, al tiempo en que las cerezas brotan por la mano que posó dos y seis divorcios. Ubicas el que hacer mas que menos en la mesa donde un restaurador es invitado a mirarnos, en ti se pierde, a mi me insulta. Nos tomamos un poco de tiempo bajo una propuesta y azúcar. 

Le dices al momento que no, con sacarina (puto caos), el azúcar alegra mucho y la felicidad ha despertado demasiado pronto para irse sin avisar (puto desastre), sin denotar mas que una maleta cubierta de letras. Hablas con un libro calzado en tacón, al tiempo cuando caminas escuchando ese piano que grita sin haber acabado la noche, mientras bailando entran tres pegasos por la ventana.

Del cielo llueven cuatro pájaros que entre cervezas y ferias te proponen abalanzarse sobre el sentido de aquel estarte de hipocresías felicitas. Tu subes el volumen, él no te escucha, sus padres se van sin haber dado la luz, nos detenemos en un pasillo caminante de brujas, leones, hombres de hojalata, calles infestas de lluvias, tu cuerpo empieza a desnudarse sin espantar, sin pájaros. Te desnudas. 

Me dices que no, que ya no es el momento, que buscas vestirte dilatada en esa que no es sin una dos ediciones, la que inseguramente nos hará perder el miedo a la seguridad socrática, sin poder emprender en el éxito perdido por dos caducidades pues no fue el árbitro, fuimos nosotros. Sonríes en eso que nadie comprende, nadie entiende, nadie quiere...



…y es que las noches dan miedo, cuando sobre las sábanas solo queda tu olor. 

Cuando dejemos de trabajar


Caminaremos en ese sendero que va desde la cocina a la cama. Recibirás una bandeja con zumo de naranja, tal vez floten algunas risas entre azúcar y piel, una mano te recibirá desde la cadera, una cadera feliz, arrugadamente feliz, estallarán dos cenicientas a pares de cien y llegarás. Derramaremos una tostada cubierta de tomate, aceite, un sujetador, pero no dirás nada, no habremos manchado las colchas, no habremos hundido algo de liquido en un colchón recién estrenado, no habremos maldecido un lunes por que esta mi post, esta tu lectura, no habremos nada mas que una bandeja, con zumo de naranja, unas tostadas de pan, aceite, tomate, sal, azúcar, carreras, una vida, dos desgracias la de separarnos aquel día y no hablarnos durante el siguiente. 

Cuando dejemos de trabajar, no habrá prisa por ducharnos, lo haremos juntos, sin relojes, sin billetes, sin eso que ahora está tan pegado por nuestro hola y adiós. Recibirás llamadas en señal de socorro, saldremos volando, montados en mariposas de colores, entre los edificios que nos vieron correr (los que aún queden vivos, pues faltan muchos siglos) alardearemos “¡hurra!” nos resfriaremos, pero llegaremos al socorro. 

No habrá mas coherencia que esa de incongruencias sin reproches, sin destrucciones, sin mentiras, sin nada con lo que nos obligaron a crecer trabajando, porque ya no lo haremos, lo habremos dejado, lo habremos olvidado entre risas, anécdotas, placeres, roces de pies, caricias mientras mastiquemos las tostadas, te bebas el zumo, me levante a por el café, abrochando la camisa vieja, a rallas azules y blancas de un pijama regalado por reyes hará varias navidades. Me mirarás riendo, al tiempo en que te giras, ese giro dejará la sonrisa perdida de tantos hombres a los que enamoraste, a quienes entusiasmaste con tus maneras, tus perfumes, tus sonrisas. Leerás entre el almohadón (ese que te da dolor cervical) algún titular desmedido, de una columna sostenida por papel, palabras, letras, indultos, amenazas, sonrisas, pero de ningún jefe, ese que nunca tuviste, de ninguna compañera, aquella que nunca llego a saber odiarte. 

Encenderemos la televisión para que vaya calentando el aceite donde freiremos dos huevos, patatas y todas esas mandangas que les gusta tanto a ellos, pues hoy vendrán a comer. Te sienes la Diosa que eres. Le echaras de comer a las mariposas, pues tanto viaje les ha dejado hambrientas. Escribirás sin acentos pues escribirÁs desde donde quieras, y eso esta genial. 

Gatos se colarán por nuestras ventana, ladrando al tiempo que no vamos, que no pensamos levantarnos mas veces que las que sean derrotados nuestros mas íntimos sentimientos para vender lo que no hemos venido a comprar nunca. Sudoku en color, deletreando el talento sin preocupaciones de interrumpir la fidelidad feliz en el tiempo de “a donde iremos en agosto???”. 

Desajustaremos la ropa, que, nos vendrá pequeña pues habremos engordado mucho, la felicidad tendrá la culpa y media la otra parte será nuestra. Y llegará el día, el día si ya sabes de que día hablo, ese que todos temen, ese que pronunciado para desequilibrados mentales sabe a una fresa muy intensa. 

Llegará el día. 

Llegará el día del Adiós. 

Llegará el día de despedirnos sin mas posibilidad que tumbarnos y dejar de respirar. Sintiendo como se va el sol, que tras esa noche no habrá vuelta a más. Llegará el día, oscuro. Tenebroso. 

Y reiremos, reiremos hasta romper las mismas paredes entre carcajada y estornudo. Abrazados en medio de un Mundo que se detuvo, en la fechoría de haber dejado vivir feliz a dos personas que dejaron de ser felices a Cambio de ser eternas, de estar tan por encima de la felicidad que aquella vida humana se quedo en aspaviento y medio. 

Llegará el día del Adiós, recibiendo con una sonrisa a la vida mas feliz que nunca pudimos trabajar. Al fin y al principio. 

Llegará el día del Adiós...


…Cuando dejemos de trabajar 

Quiero ser tu


Quiero ser tu… cuando te levantas boca abajo y buscas el móvil, cuando entres en la ducha pensando en el agua caliente, cuando mires el labio antes de hidratarlo, cuando esta vez decidas fingirlo, cuando mueras para sentirte ave y fénix al renacer. 

Y como en una película me estrello con el contenido fuerte al inicio para que te quedes, para que te embarques, para que embauques el motivo del centro desde eso que ríes siendo la protagonista, la del pasado, la de preferente y la de “no tengo un puto duro”. Quiero ser tu. Seas la protagonista o acabes con ella. En la búsqueda de un agravio por mayoría de edad. 

Quiero ser tu… para que me compres sin hacerte ninguna falta, para que enciendas la calefacción al son de gafas negras en paquetes vacíos, para mandar flores en el día de vuestro aniversario, para hacer un doble click muerta de celos por haber llegado antes el martes que vuestro domingo. 

Te ofrezco un cambio, me quito dos dientes, dos que me sobran, no los utilizo nunca, solo cuando quiero ser tu, por lo que te ofrezco esos dos dientes y tu, tu, tu te quieres, te deseas, te tocas desde el labio hidratado, no buscas mas que lo que no sabes pues voy a darte dos dientes a Cambio de que tu, solo por hoy, me dejes ser tu.

Compro un Cambio por dos dientes, uno es de oro y el otro de cuarzo. Para revalorizar las horas, esas que nunca mas volverán, esas que pasaron queriendo vivir otra vida en exclusiva por las narrias, esas que solo se cuelgan los perros cuando te dicen que ya no les quieres, esas que no necesitas pues con mis dos dientes te sobrarán tantas riquezas que con dos naranjas y una manzana te habrás alimentado para construir el Cambio que siempre has querido. 

Vale, lo admito. Quiero ser envidiado, quiero ser admirado, quiero que me miren las piernas cuando me agache a por un bolígrafo torpemente caído desde esa ventana que asoma una mesa, quiero que mis glúteos sean formalmente deseados pues si corro 5km diarios (haz click aquí para confirmarlo, pero vuelve al blog!) no es por mas que para alcanzar ese estar que tienen, el izquierdo y el derecho, desde que suben hasta que bajan, quiero y quiero, quiero que me miren el pecho cuando estornudo, cuando pido un favor o cuando propongo una cena. 

Quiero construir fantasías al decir “hola” quiero ser el protagonista de las conversaciones cuando llega primavera y vistes como lo haces, con esas faldas, con esos tacones, sacándome la cabeza en medio de una jerga bestial. Quiero que el becario crea que voy a violarlo, quiero que su madre se encienda cada vez que le hable de ti, quiero que al ver mi nombre en sus teléfonos cada una de sus fantasías cobre vida independientemente de España. 

Lo es, es una salvajada. Tendría que arrancarte la ropa, travestir mis principios y arrasar en Adolfo Dominguez. 

Deseo tanto serlo, deseo tanto tenerte dentro de mí. Que mañana me levantaré enviándote este post por carta, carta de otra forma es imposible. Tu nunca tendrías cabida en un menú, en un cartel, en una cartelera, pues tu sitio está en todos y cada uno de los sueños de ellos, eres un sueño único para dominarlos a todos. Soñar no tendría lugar si tu no estuvieras en tu cama, en la suya, en la del otro, en la de todos quienes se hechizan exprimiendo el último de tus olores, el momento, la tarde, el retraso, su contacto, la noche, la Macedonia, las palomitas, todas y cada una de esas que se hacen esos en fragmentos subliminales que en vez de leerlo entre lineas, se hace entre tus piernas. 

Me infundo en el anhelo, en el camino hecho carretera, en la conducción de mayores por el sendero de la libertad, en el disfraz que fue un intento, en el mar de placer que encauza la victoria de lograrlo. El deshacerse, lo hago leyendo papeles, impresos en palabras, vendidos si, vendidos. Hago todo eso de querer ser tu, pero sin que pase de moda, sin que alcance el hito en un mordisco. El latigazo que sufre el chico en la mesa de al lado mientras su novia me mira al ritmo en que te escribo. 

Quiero ser capaz de todo lo que cito en este post, quiero sobretodo dar sentido a las camisetas compradas en Zara para ser visto como tu lo eres, así que recuerda mis dos dientes, mi infinidad de deseos, mi oscura capacidad de apartarme cuando no debo, pero sobretodo recuerda que quiero ser; envidiado, admirado, que me miren las piernas, que deseen sostener mis glúteos, que anhelen vivir conmigo el resto de sus vidas (esta y las que vendrán).

Quiero ser infinito, quiero ser capaz, quiero ser la mejor, quiero ser insostenible, quiero ser inaguantable, quiero ser insultada por la envidia provocada siendo esa magistral obra de ingeniería emocional, quiero no tener presupuesto para tenerme, quiero ser sobretodo y por encima de todos el sueño de todos y de todas...

Y para vivirlo…

…quiero ser tu 

Cuatro Cortados



Abres de una hostia la puerta que deshonra los muebles, los duendes, las caricias, las demencias, las vehemencias, las cuñadas, las dos de diez entre varios y te sientas. Te sientas rodeada de humo comentado por los habitantes de este bar, que prefiero llamar “cafetería”. 

Se te acercan desde caja para robarte el gusto, le dices un cortado y dos croissants, matizas que “de los pequeñitos” el camello facultado por tu boca, sonríe y te pregunta si rellenos de besos, le dices que no, que normales, se va pensando en que te dirá a su vuelta. 

Cruzas una pierna y te hueles, hueles a maravillas. Abres el evernote de tu amado, tu lo llamas aventura, él mi vida. Escribes antes de leer la pregunta para hacer la respuesta, pieza rota que cae dudando si escribirse en el deshecho. Interrumpe el camello, el camello que galopa sobre un camarero cargado de autoestima para pedirte el número, el insta, el twitter, el gmail, el calzado, el sujetador, el top y la factura del último mes por si algo falla, saber donde vives. Detalla que te ha traído un corto y solo, dos croissants entre algodones rellenos de tus besos. Los muerdes. 

Un recién licenciado en ADE se sienta junto a tu mesa, tus croissants, el solo corto que no habías pedido y tus piernas cruzadas con el objetivo de que dejen de estarlo. Junto a su esférica sonrisa de dis y divisas, se sienta un abogado de traje, Blackberry y pulseras afeminadas. Te mira los pechos al tiempo que esboza sonrisa. Su sombra es ocupada por un ejecutivo al tiempo en que suena esa canción que hace terciopelos a las brujas. Tres de cuatro te miran los pechos, uno de cuatro las piernas. 

Vuelas, eres ciega entre el imbécil que solo un camello te ha cortado, te hiciste preguntas entre el cuento y la aventura. Tu aventura actualiza su evernote y círculos azules se elevan rodeando la vida en el llanto, él solo piensa en ti, entre trenes, viajes y tu sonrisa, tus pechos, esos tan hermosos que deben tener algún sentido mas que ser besados. Sonríes. 

El árbol se levanta del cenicero, en el momento en que cuando y parecía el final, dos horas caen de sus ramas. “Autoconocedoras” te dan, te mueves, te van, te comes, te dan te corr ves que nada es así. Y allí te encuentras tu, aún vestida y sentada entre...


…Cuatro Cortados  

A veces te #leo


En la mañana que despierto camino a la cocina, sobrepasando un suelo de madera frío y reflejante, a veces te leo. En las caderas que muerdes mientras buscas un olor que será recordado, en la montaña de veloces al de el la y lo descuidada, a veces te leo. No digo que sea interrumpir nada porque no me corresponde satirizar el hecho de echar sobre borrados en mares húmedos, pero esas veces me da por leerte. 

Bocetas apuntes, en una página candidata a la mejor de las revistas, en la satinada impresión donde subrayas con esas uñas que ahora te miras, trazas curvas como fuentes de Plazas Mayores, escribes; detergente, huevos, lavadora, friegaplatos, suavizante, detergente (lo tachas por repetido, como aquel novio que solo fue compañero de gimnasio), pan, nocilla (la tachas porque engorda, y decides apunar nutella) nutella, galletas, tostadas, fideos, macarrones, Christian Grey, proyectos, rutina (tachas rutina hasta romper el papel), felicidad, mas y mejor, ketchup, cocacola, agua con gas y fruta, aparezco por tu espalda mientras cuelgas la nota en la parte mas limpia de la nevera y te leo. 

Te pido perdón por leerte mientras te cambias, puntos, comas, faltas de ortografía,  faltas de espacios entre tu y yo, paréntesis (esta vez lo has depilado) surco dos espacios y llego al mejillón de jajaja si de ahí, sigo leyéndote no quedan a penas letras entre esa parte y la otra, sabes que es mi favorita y te acercas para que ademas te huela. Mi mano derecha se atreve a intentar tocarte, y te apartas. Caigo rendido entre el borde de la cama y el de la hoja, en medio del hiato se crea un diptongo para catearme por imbécil de lectura, me agarro muerto de medidas a tus cursivas mientras empiezas a vestirte. 

No! no!! esto no me puede estar vistiendo a mi, profundo en el ahogo cayendo entre, con y desde golpeo mi sien con la tercera letra de tu nombre pues no necesitas mas que el número perfecto 3.

Con el rastro de una manifestación divina, empiezo a leerte. Desde abajo, desde muy abajo. Respiro sangre al tiempo que el cielo vomita palabras, ninguna con tu nombre, cualquiera es común, sin la mayúscula de tus paseos, de tus decisiones, de tus risas, de tus lecturas, esas que a veces… leo